Arte de la India


El arte de la India se caracteriza principalmente por ser un reflejo de la compleja sociedad India, multiétnica y multicultural. Asimismo tiene un carácter principalmente religioso, el arte sirve como medio de transmisión de las distintas religiones que han jalonado la India: hinduismo, budismo, islamismo, cristianismo, etc. También hay que destacar como rasgo distintivo del arte indio su afán de integración con la naturaleza, como adaptación al orden universal, teniendo en cuenta que la mayor parte de elementos naturales (montañas, ríos, árboles) tienen para los indios un carácter sagrado.

Uno de los hechos determinantes en la construcción de la cultura india ha sido la diversidad étnica de los múltiples pueblos que han ido llegando a sus tierras: desde los aborígenes de de tez oscura ancestros de los actuales vedas y dravidas, fueron llegando en sucesivas oleadas pueblos oceánicos, protomediterráneos mesolíticos, mongoloides, armenios, arios (1500 a. C.), persas y griegos (600-300 a. C.), partos y protomongoles (50 a. C.-300), hunos (siglos VI-VIII), árabes (siglos IX-XII), turco-afganos (siglos XIII-XV), turco-mongoles (siglos XVI-XVIII) y británicos (siglos XIX-XX). Esta mezcolanza de pueblos y culturas produce un arte de gran diversidad estilística y formal, conviviendo diversas tendencias artísticas según la región.

Jainismo


El jainismo es una religión de la India, fundada en el siglo VI a. C. por Mahāvīra. Se trata de una religión nastika (no teísta) y no reconoce la autoridad de los textos Vedas ni de los brahmanes.

En la actualidad, el jainismo está presente en la India oriental (Bengala), centro occidental (Rajastán, Maharastra y Guyarat) y meridional (Karnataka). Se calculan aproximadamente unos cuatro millones de fieles jainistas, siendo la séptima en número de fieles entre las religiones de la India (un 0,4% de la población).

Imperio Gupta


El Imperio Gupta fue uno de los mayores imperios políticos y militares de la historia de la India. Fue gobernado por la dinastía Gupta entre el 240 y el 550 d. C. y ocupó la mayor parte de la India septentrional y de los actuales Pakistán oriental y Bangladesh.

Bajo este imperio, se dio un período de paz y prosperidad que favoreció el desarrollo de la cultura india desde el punto de vista artístico, literario y científico.

Los reyes gupta, establecieron un eficaz sistema administrativo y un fuerte poder central permitiendo la autonomía local en períodos de paz. La sociedad era ordenada según las creencias del Hinduismo con una rígida división en castas. En esta etapa el hinduismo adquiere sus principales características: las principales divinidades, las prácticas religiosas y la importancia de los templos.

Durante este período fueron tan grandes el comercio y los intercambios con el exterior, que la mitología y arquitectura hinduista y budista se expandieron por Borneo, Camboya, Indonesia y Tailandia.